Nada de simulacro: lucha de verdad hasta destruir al rival. En la estrepitosa popularización de las Artes Marciales Mixtas han intervenido leyendas del combate en otras disciplinas, magnates de apuestas y diferentes figuras del espectáculo. Su jaula mediatizada hace estallar pulsiones humanas divergentes, desde el sadismo hasta la peor hipocresía moralista. Esconde la esencia más primitiva de los deportes de competición?
Lo cierto es que su puerta de entrada al gran público se abrió cuando el negocio cayó en manos de los propietarios de “Station Casinos” de Las Vegas, los hermanos sicilianos Frank y Lorenzo Fertitta. Estos magnates compraron la UFC en 2001 con la intención de convertir al MMA en el deporte más popular del mundo. Así hicieron de las MMA un deporte de contacto altamente controlado y organizado, con el fin último de vender sus eventos de forma masiva a los grandes canales de televisión. Esto, sumado a la infraestructura de hoteles, casinos y salas de espectáculo que poseían, configuró las dimensiones del fenómeno de masas que es hoy del que no está ajeno nuestro país en donde la disciplina ha crecido considerablemente en los últimos años sobre todo por la influencia de Brasil.
Texto Manuel González Ayestarán